La ciudad de Castellón de la Plana es la cabecera de la provincia de Castellón. El espíritu dinámico y emprendedor que siempre perteneció a la gente de Castellón convirtió a la ciudad en un centro neurálgico económico y social para toda la provincia. La economía de Castellón se basa históricamente en la agricultura de cítricos y la industria cerámica. Ambos siguen sobresaliendo en la estructura social de la ciudad y de la provincia, en la actualidad, aunque los sectores económicos como los servicios y el turismo también incorporaron la estructura social gracias al entorno natural y al clima excepcional de la zona.

La industria de la cerámica es una fuerza impulsora para la economía de Castellón, ya que el 90 por ciento de la industria de la cerámica española se encuentra en sus alrededores. Esto representa un 1% del Producto Interior Bruto de España. Estas cifras muestran la fortaleza de este sector que asigna sus esfuerzos a la innovación y a la búsqueda de nuevos usos y aplicaciones para desarrollar la producción de cerámica. En cuanto a los productos obtenidos, en los últimos años la innovación cerámica se ha centrado
sobre nuevas propiedades funcionales de la cerámica: decoración, características mecánicas, salud e higiene, limpieza del aire, señalización visual e inteligente, calefacción y ahorro de energía.
Como seguramente sabes, España es el mayor exportador de cítricos del mundo, y a ello hay que sumar la excelente calidad de su producto, con denominación de origen. Naranjas, limones, toronjas y mandarinas han hecho de la Comunidad Valenciana el auténtico paraíso de los mejores cítricos, y es una industria que mueve un gran monto económico tanto de forma directa (productores y vendedores) como indirecta (transportes, publicidad, comercio…).
También se ha conseguido crear una industria paralela que usa los cítricos de otras maneras alternativas a la simple fruta de mesa, como postre o tentempié. La alta cocina he empezada a usarla en gastronomía creando recetas de carne y pescado con estas frutas como base o complemento. Y desde hace unos años, se ha hecho famoso el vino de naranjas, el Tarongino, que es un estupendo acompañante para dulces y postres, añadiendo una salida más a estos productos.
La Comunidad de Valencia pasó por malos tiempos a mediados del siglo pasado, cuando un virus atacó las plantas y árboles de cítricos y afectó gravemente la producción. Sin embargo, nuevos avances tecnológicos han creado frutos resistentes a los virus sin afectar su calidad ni sabor, convirtiendo a los cítricos de la Comunidad Valenciana en los mejores del mundo.